- Descripción del entorno.
El proyecto se llevaría a cabo en
un centro de Educación Secundaria de un municipio de 20.000 habitantes de
Galicia situado en zona rural. El instituto cuenta con cuatro cursos de la
E.S.O. distribuídos en 5 clases con 25-30
alumnos y alumnas por clase y dos cursos de Bachillerato.
2. Destinatarios.
Para lograr la implicación del
sistema educativo y llegar al máximo de agentes de socialización posibles, la
población destinataria principal es el alumnado de la E.S.O de 13 a 16 años y
la secundaria, el profesorado y las
familias con las que se pretende tender puentes de comunicación y colaboración.
3. Objetivos.
Objetivo
general.
- Establecer la coeducación como propuesta pedagógica en los centros escolares para promover la educación en equidad de género.
Objetivos
específicos.
- Sensibilizar y desenvolver acciones en materia de
igualdad de género.
- Concienciar sobre la importancia de construír
sistemas basados en la equidad, la pluralidad y la diversidad de
identidades.
- Promover el uso no sexista del lenguaje en todos
los ámbitos y niveles.
- Elaborar materiales coeducativos que promuevan la
igualdad de oportunidades.
- Orientar para el futuro, incluyendo estrategias que
faciliten tanto la elección profesional libre de estereotipos y
prejuicios como la conciliación
personal, familiar y laboral y la corresponsabilidad.
- Ofertar formación continuada en prevención de la violencia de género, igualdad de oportunidades y coeducación.
4. Propuestas
prácticas.
4.1. Uso no sexista del
lenguaje.
ü Para
lograr un uso no sexista del lenguaje, se
realizarán talleres prácticos de formación para descubrir en nuestro entorno
vocablos sexistas y buscar palabras alternativas, que ofrece el lenguaje,
para la inclusión de ambos sexos en términos neutrales que engloban o, en caso
de no encontrar alternativa, nombrar a ambos sexos. Luego, se
realizarían paneles informativos con la información recadada y se colocarían por
las paredes del instituto.
ü El
profesorado dará ejemplo y empleará lenguaje igualitario en todas sus
explicaciones nombrando a hombres y mujeres y contrarrestarán actitudes sexistas
que aprecien en clase.
ü En
claustro de profesorado dedicará tiempo a seleccionar libros de texto y de
lectura que promuevan valores de
igualdad, diversidad y la coeducación así como a trabajar contenidos que
fomenten dichos valores en horas de tutoría e incluír en la biblioteca del
instituto un rincón para la Coeducación y la Educación en Igualdad.
ü
Gymkana no sexista. Se realizarán pruebas
deportivas y teóricas por todo el patio escolar con pistas para que tengan que
pasar por todas las actividades en equipos mixtos. Junto con las pistas,
recogerrán trozos de palabras que luego, pegarán en un mural para formar
palabras y frases con mensajes igualitarios.
4.2. Contrarrestar
estereotipos.
Los medios de comunicación
construyen y mantienen estereotipos de género. La representación de mujeres y
hombres no es igualitaria ni está equilibrada.
Por poner un ejemplo ilustrativo,
a los hombres se les tiende a vincular, en la mayoría de los casos, con el
ámbito profesional y con valores de éxito y poder social (anuncios publicitarios de Gillete, Axe u
otras marcas de colonias y perfumes) mientras que a las mujeres se les relega,
sobre todo, a anuncios sobre el cuidado del cuerpo y también al doméstico (
como el detergente Perlan, Fairy y otros anuncios de productos de limpieza…).
Aunque si es cierto que el algunos casos, empiezan a incorporar figuras
masculinas también en este ámbito.
Por un lado, las mujeres que aparecen en televisión o en portadas de revistas, se encuentran entre los rangos más jóvenes de edad y dentro del cánon de belleza establecido. Y por otro lado, ellos, en videoclips, series o películas aparecen con mucha más frecuencia en papeles protagonistas mientras ellas están infrarrepresentadas o representadas mediante mitos y estereotipos.
Por un lado, las mujeres que aparecen en televisión o en portadas de revistas, se encuentran entre los rangos más jóvenes de edad y dentro del cánon de belleza establecido. Y por otro lado, ellos, en videoclips, series o películas aparecen con mucha más frecuencia en papeles protagonistas mientras ellas están infrarrepresentadas o representadas mediante mitos y estereotipos.
ü Primeramente,
habría que trabajar en reconocer las cualidades asignadas a cada género en los
distintos ámbitos de la sociedad para, a continuación, ir trabajando en la eliminación
mental de estas construcciones culturales asignadas a hombres y mujeres
que rigen sus actitudes, comportamientos y características en nuestra sociedad.
ü Reflexionar
sobre el modelo de belleza actual. Enumerar los rasgos que resaltan en
revistas, televisión, fotografías de mujeres y hombres y saber si se identifican, si les parecen engañosos o
si aspiran a alcanzarlos y reflexionar sobre ello.
ü Hacer
una lluvía de ideas para recoger los estereotipos y roles de género y luego
visualizar anuncios publicitarios antiguos y actuales para reconocer
estereotipos y fomentar el pensamiento crítico. Posteriormente, acceder
a páginas de denuncia y denunciar las publicaciones que se consideren sexistas.
ü Canciones
por la Igualdad. Búsqueda de canciones que contengan el mito del amor romántico
para analizarlas y hablar sobre este mito y las relaciones de pareja tóxicas. Posteriormente,
se elaborarían canciones alternativas basadas en la igualdad.
ü Concienciar
sobre el valor del trabajo doméstico y la importancia de la corresponsabilidad
mediante fichas imprimibles por ejemplo “¿Quién se encarga de qué en casa?” Confeccionando
un listado de labores domésticas en las que tienen que indicar quién se encarga
de ello en su casa. “¿Y en qué puedo colaborar yo?” Y realizar un segundo
listado de tareas que se comprometan a realizar en sus hogares.
4.3. Orientación para el
futuro.
ü Se
realizará previamente una actividad de imaginación, en la que piensen en personas que se dedican a distintas
profesiones y que indiquen si se imaginaron a un hombre o una mujer. Luego,
entrarán en el aula, profesionales que representen a minorías según se trate de
profesiones masculinizadas o feminizadas para presentarles referentes
alternativos.
ü Se
dará visibilidad y reconocimiento a los logros de las mujeres en todos
los ámbitos, en la historia pasada y contemporánea realizando posts en
un blog de clase.
ü Crear
prácticas de educación en valores de equidad y actitudes de colaboración y
respeto entre hombres y mujeres mediante actividades y dinámicas como el
role-playing, técnica mediante la que se simularían injusticias y desigualdades
para al finalizar reflexionar sobre las situaciones contempladas.
ü Elaboración
de guías y material didáctico para padres y madres, profesorado y
alumnado.
ü Creación
de un foro para alumnado, profesorado y familias en la página web del instituto para consultar dudas e indicar
propuestas en materia de igualdad y coeducación.
5. Evaluación.
Se realizarían cuatro tipos de
evaluación:
La evaluación inicial para
conocer las expectativas y las acciones prioritarias, y valorar la adecuación de
las actividades al centro por si son necesarios cambios previos. También se haría un estudio previo mediante
una muestra de estudiantes para saber si, a priori, utilizan lenguaje
igualitario, respetan las diferencias y reconocen actitudes sexistas.
La evaluación intermedia, para
introducir mejoras, revisar prioridades, reorientar alguna actividad si es
necesario y para comprobar en qué medida se han alcanzado los objetivos
iniciales.
La evaluación final, utilizando indicadores que permitan medir los resultados obtenidos y
el grado de cumplimiento de los objetivos específicos como por ejemplo:
-
Nº de actividades realizadas.
-
Grado de participación e implicación en las actividades.
-
Nº de materiales confeccionados o divulgados.
-
Nº de cursos realizados y nº de participantes
que inician y terminan los cursos.
-
Aumento del uso del lenguaje inclusivo frente al
sexista medido en porcentajes.
-
Encuesta de satisfacción cualitativa.
También se evaluaría la efectividad,
utilidad y eficacia del proyecto. Y se analizarían factores de éxito o fracaso
para tenerlos en cuenta y realizar propuestas de mejora para el futuro.
Y, por último, la evaluación posterior, para
medir los impactos una vez transcurrido un año. Se comprobaría mediante un estudio
si utilizan lenguaje inclusivo, si respetan la diversidad y reconocen imágenes
y acciones sexistas y en qué porcentaje, comparando los resultados con el
estudio realizado en la evaluación inicial.